El magnetismo universal es la base para que las entidades de otras dimensiones, los llamados Espíritus, puedan comunicarse con el ambiente terrestre, medio en el cual seres y mundos en general, gravitan hacia la suprema perfección . Es importante destacar además el incalculable papel que la sugestión y la telepatía representan en los fenómenos mediúnicos (físicos o intelectuales) mediante ondas cuánticas.
El proceso de comunicación entre las dimensiones visible e invisible, principalmente cuando se trata de labores que interesan muy de cerca al progreso moral de las criaturas, requieren la utilización de inteligencias muy nobles del Espacio, cuyo grado de elevación el medio terrestre no puede soportar; ocurren generalmente, dentro de una lejana y poderosa dinámica (teledinámica) , que estamos todavía lejos de apreciar bajo nuestra condición de Espíritus encarnados.
Seres sabios y benevolentes, despojados totalmente de las vestiduras terrenas, con sólo desearlo, vencen inmensas distancias , con el fin de que sus elevados enseñamientos sean suministrados; siempre que encuentre un cerebro con capacidad receptiva y que no le ofrezca resistencia.
El Aparatos Mediúmnico.
Aquellos que posean las facultades que registran los pensamientos que emanan de las dimensiones invisibles, son los llamados sensitivos o mediums, condición que será la de todos los hombres del porvenir.
Son innumerables las legiones de seres que deambulan con nosotros, sin indumentaria carnal y que permanecen en las latitudes de nuestro planeta.
Son innumerables las legiones de seres que deambulan con nosotros, sin indumentaria carnal y que permanecen en las latitudes de nuestro planeta.
Cabe mencionar que la mayoría de los que progresaron y que se encuentran en las esferas de conocimiento muy superior al nuestro, por las condiciones inherentes a a su propia naturaleza, no pueden estar cerca de nosotros. Es por ello que envían a los hombres los mensajes luminosos desde la cima donde se encuentran y, formulando el deseo de acción a nivel material, dirigen su voluntad superior sobre el cerebro escogido, el cual se encuentra en afinidad con sus vibraciones mentales y a través de fuerzas "teledinámicas", influencian la naturaleza particular del sensitivo, afectando sus sentidos, actuando sobre sus centros ópticos y sistemas auditivos, desapareciendo perfectamente las distancias infinitas que los separan.
Comienza a ocurrir entonces en el alma del sujeto una serie de fenómenos alucinatorios, bajo la acción consiente del Espíritu que lo guía en los planos intangibles. Éste, según su necesidad, lo induce a ver esa o aquella imagen, en vibraciones que lo envuelven, las cuales son traducidas por el sensitivo o medium de acuerdo con las posibilidades intelectuales y sentimentales.
Hay " instumentos", es decir personas sensitivas que interpretan con fidelidad lo que se les entrega, otros , sin embargo, no disponen de elementos necesarios para este fin, dificultando la transmisión fiel del mensaje a ellos confiado.
Para que los fenómenos se verifiquen y concreten en el plano físico, los desencarnados no necesitan de un trabajo arduo, por lo que no es necesario hacer conjeturas al respecto; tales hechos ocurren naturalmente, basta solamente querer y realizar el deseo.
La "ideoplasticidad " del pensamiento.
Aquí en la Tierra nosotros ignoramos la maravillosa "ideoplasticidad" del pensamiento, es decir, la capacidad de dar forma al pensamiento.
Después de haber triunfado en muchas experiencias que les aseguraron una elevada posición espiritual, señores de portentosos dones psíquicos, conocen plenamente sus facultades conquistadas con la fé y con virtud incorrupta, así, esos Espíritus superiores poseen una voluntad potente y criadora de todas las formas de belleza. Muchas veces, se presentan al vidente grandiosas escenas de la historia del planeta, muchedumbres luminosas, legiones de almas, imágenes esas que , en la mayoria de las veces, constituyen los pensamientos materializados de las mentes envueltas que los arquitectan, y que actúan sobre los centros visuales de los sensitivos, con el objetivo del progreso en general.
Es así que se establece la unión de los dos mundos, el físico y el espiritual, a través de factores inaccesibles a las medidas e instrumentos de este mundo material en el cual nos encontramos.
El tiempo reserva muchas sorpresas al hombre, dentro de la proporción de su evolución moral, solidificándose así el edificio inmortal de todas las ideas altruístas, nobles y generosas, siendo totalmente inútil que algunos de ellos se eleven a supremas autoridades en los variados ramos de la vida, porque, dentro de su pretensiosa indigencia, se perdieran fatalmente en el laberinto discursivo de sus argumentos banales.
Bibliografía:
Libro Emmanuel, Cap. XXIX, Psicografía de Francisco Cándido Xavier. Editora FEB.
Energía quántica en los fenómenos paranormales.http://www.espirito.org.br/portal/artigos/diversos/ciencia/a-energia-quantica.html
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