“¡Hijos míos! Jesús es el Zenit y el Nadir de
nuestras especulaciones. Jamás tuvimos tanta necesidad
de ese Pastor querido y nunca la Humanidad presentó tanto amor como en
estos días: el amor a la naturaleza, en sus más variadas expresiones.
En ese amor a
la naturaleza, a todo en que la naturaleza vibra y vive; nuestros hermanos de la escala
zoológica, los animales; nuestros enemigos; nuestros amigos y hermanos… nunca hubo tan noble y bella conciencia de
los dictados de Jesús.”
“Porque Él no nos dejó huérfanos, permitiendo que las brillantes
estrellas cayeran sobre la Tierra luego de la oscuridad de la Revolución
francesa, que estimularían en el mundo cantos de libertad por las Américas,
reventando los grilletes del colonialismo, que de alguna manera la Humanidad aun
impone a la sociedad carente.
En ningún tiempo como ahora, Jesús fue tan exaltado y combatido, eso
merece reflexión…Exultémonos y no tengamos miedo. La muerte no es el fin, es la
gran libertadora de la esclavitud carnal. No os preocupéis demasiado por la
presencia pandémica del virus cuyo momento entenderemos más tarde, así como sus
razones y sus orígenes, como también llegó ahora, provocando dolor y pánico.
Vosotros que conocéis a Jesús,
tened respeto a las leyes, buscando la precaución recomendada por las
autoridades sanitarias. Mas no oculten la mano socorrista a los que padecen ni
niegues la palabra libertadora, a los que se preparan a enfrentar la
inmortalidad.
No salgáis de donde fuiste colocado, en una tentativa inútil y engañosa
de impedir la contaminación. Buscad la pureza interior y, sobre todo,
alimentaros de la fe dinámica, valiente y gentil; amando a todos, evitando las
pasiones que dividen y las experiencias que unen.
Hoy quizá más que nunca, Jesús necesita de vuestras manos, hablar por
vuestros labios, sentir el calor de vuestra compasión y la misericordia de
vuestros sentimientos.
El gran antídoto para todos los males es el amor responsable, el amor
afanoso, el amor que dona y ni siquiera
se preocupa en recibir la sonrisa
del beneficiado.”
No penséis que os encontráis solos, los cielos envían sus embajadores para que el intercambio entre
encarnados y desencarnados se realice con mucha mayor facilidad.
Tened el cuidado de que vuestras ondas mentales no sintonicen con las
mentes que administran las vidas y evitad ser, con vuestro pensamiento, las
páginas de agonía donde se encuentran las fuerzas ultrajantes que están
produciendo los dolores, por la necesidad de evolución del Planeta.
¿Id! Como dijo Jesús a los quinientos de Galilea y predicad con el
ejemplo, por la palabra iluminada y el ejemplo de abnegación.
Las fuerzas vivas del Universo están con nosotros en el dulce
intercambio con vosotros. ¡Id y amad!…
En nombre de los Espíritus espíritas, nosotros suplicamos al Señor que
nos bendiga y nos guarde en paz. Son los votos de su servidor, humildísimo y paternal,
Bezerra (1).”
14 de marzo del 2020, médium Divaldo Pereira
Franco.
Clausura de la XXII Conferencia
espírita de Paraná, Br.
Traducción del portugués LM, SC, 27 de marzo de 2020.
[1] Médico espírita brasileño, 1831-1900. Presidente de la Federación espírita brasileña en la segunda mitad del Siglo XIX
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