Reflexión para actuar. Prefacio del libro Evangelio de los Animales.

Reflexión para actuar.

Producto de un Seminario  sobre la espiritualidad de los animales, realizado en Tucurubí, de Sao Paulo, Brasil, en el único centro espírita dedicado a los animales: ASSEAMA, en la ciudad de Tucurubí, SP; me interesé profundamente sobre el tema.  Posteriormente, meses despúes, fue el lanzamiento del Libro: "O Evangelho dos Animais dictado por el Equipo Espiritual que dirige dicho centro  por intermedio de la médium piscógrafa Dra. Veterinaria Sandra  Denise Calado y sus colaboradores. Bellísima obra, bella en todo el sentido de la palabra por su elevado contenido  y su simple lenguaje, que nos lleva mediante  sus capítulos a  comprender la espiritualidad de los animales.

Muchísimas dudas sobre el alma de los animales quedan esclarecidas con la profundidad de las informaciones, apoyadas en la mejor fuente de la literatura doctrinaria del Espiritismo.

Así como yo, que descubrí la nobleza de nuestros hermanos los animales, los invito a leer este libro que por encontrarse en portugúes, iré transcribiendo y traduciendo al español para agrado de todos los amantes y respetuosos de la vida de los animales y para descubrir si verdaderamente los  animales tienen alma.

Hoy abordaremos una parte del Prefacio del libro y sucesivamente iré colocando cada capítulo, donde los autores espirituales nos llevan, mediante  actividades cotidianas de la vida, y utilizando una didáctica pedagógica; buscando en  las fuentes que nos ofrece la Doctrina de los Espíritus, para llegar a una extraordinaria conclusión.

Sin más preámbulos, a continuación el Prefacio de  "El Evangelio de los animales". Un profundo texto de reflexión:

"Siempre comenzamos un nuevo día.  Siempre éste se ilumina con el sol de la mañana y con él la  oportunidad nueva de recomenzar y vencer los desafíos que se  presentan para el Espíritu en su evolución .  Es Jesús que nos dice, que en nuestrala casa-escuela , por Él preparada, podemos esperar conquistas mayores en el porvenir.  La evolución es infinita, y aunque tengamos la nítida sensación de que estamos estáticos, caminamos a pasos individuales y a la vez colectivos en la consecución de nuevas adquisiciones sirviendo en la obra divina."

"Mirando el cielo,  viendo la renovación de la naturaleza, vemos la historia humana en este orbe que nos recibe como habitantes de la Tierra y podemos concluir que, por causa de  nuestra actual  visión limitada  , relegada siempre a los últimos acontecimientos, no logramos tener una  noción exacta del progreso de la humanidad.  En  este momento histórico y tecnológico en que vivimos, asustados con las ondas de rechazo y violencia   que toman la Tierra, ¿Cuántos de nosotros no vemos a nuestro alrededor con la  sensación de que estamos realmente estáticos?  Algunos se encuentran todavía en la fase  de falta de comprensión sobre la  vida del Espíritu y de sus reencarnaciones planeadas desde hace  siglos y que acentuadas en los últimos cien años se preguntan ¿por qué la humanidad se perdió? ¿Será que no hay otro camino de regreso para la maldad humana, a no ser  un milagro que venga de los cielos, con la fuerza mitológica de Dios, para barrer de una sola vez el mal e instituir  solamente el bien ?;  Será necesario condenar al fuego del infierno  la mayoría de la masa humana , estableciendo la paz?. O  como piensan  algunas mentes más pesimistas, que hacen interpretaciones al pié de la letra del Apocalipsis,  ocurrirá el fin de los tiempos con la devastación de la humanidad y del planeta Tierra."

"Ante este panorama, la preciosa Doctrina Espírita, que se convierte en el Consolador Prometido, con sus lecciones inmortales y el llamado para que revivamos los enseñamientos cristianos, nos llama la atención para la renovación que aparece. Con el lente de la evolución en nuestras valoraciones, podemos retomar el registro de la historia y notamos que, a pesar de la barbarie que hoy nos rodea, con la limpieza primordial al acomodar la casa, podemos notar los seres humanos y las criaturas que conviven con nosotros esta morada de luz y esperanza, en mejor situación que hace pocos siglos atrás.  Al final, remontándonos  a las épocas remotas de Moisés, encontraremos un pueblo indomable, con poco o ningúna comprensión respecto al amor de Dios, sufriendo por el adormecimiento en que se hayaban.  En un lento despertar, no podian ir más allá de sí mismos, a duras penas tratando de comprender la existencia de un Dios único".

" Poco más de mil quinientos años después, llegó a la Tierra el Ángel de Dios.  La autoridad que rige los caminos de nuestro planeta, cerró sus "alas" y se hizo hombre, para elevarnos un día a  arcángeles, mediante los procesos de la evolución.  En su dulce figura, encontramos los más sublimes enseñamientos de esperanza y coraje, en medio del dolor institúido en la Tierra.  Mientras la humanidad hervía en sus incomprensiones, mientas el orgullo barría de los corazones  algo de sí mismo y consecuentemente, del prójimo, Él vivía la dulce y suave Verdad del amor, haciendo de sus palabras y gestos la más profunda melodía de esperanza para la humanidad"

"En el desierto de las conciencias terrenas, Jesús se hizo agua cristalina para aliviar la sed del espíritu.  Con su presencia, pasamos a a vivir, aunque sea por pocos años, el futuro espiritual de la Tierra.  Sentimos mediante nuestra poca sensibilidad, la alianza del amor a que todos estamos destinados.  Desde que pisó la Tierra, hasta sus últimos momentos en la bella lección del Calvario, construyendo su sonora canción de sublime encanto.  En la Resurrección, haciéndose luz en la vida despúes de la muerte, pudimos presenciar el futuro en el presente, que hoy pertenece al pasado.  En medio de las tempestades furiosas del corazón infantil de los hombres, en medio de la avasalladora falta de visión  de la  vida verdadera,  en medio de las más amargas situaciones, junto a un pueblo de vida sufrida y "nocturna", desde el ángulo espiritual, el Maestro vivió la verdadera vida".

" Mientras nosotros viviamos de pura ilusión, El vivía de pura verdad.  

Mientras nosostros respírábamos el presente de sombras, El construia el futuro de luz. 

Mientras sólo teniamos fé con su presencia, El nos estimulava a confiar en Dios, a creer en nosostros mismos al decirnos que somos dioses y nos prometia estar a nuestro lado, aunque no lo percibiésemos.  Mientras nosostros despertábamos lentamente, como ocurre también hoy, El vivia la lucidez.

Mientras nosotros todavía construíamos la vida material, El entraba en la vida espiritual de todos .

Nosotros vivíamos en un sueño profundo, El vivió completamente despierto."

"Y hoy, en medio de la ya esperada construcción del presente, en pleno siglo XXI, vivimos una de las más bellas épocas de la historia de la Tierra.  Decir esto no es, en absoluto, ignorar las horrendas actitudes humanas, o hacer apología a la ingenuidad,  es conocer los movimentos que se hacen presentes.  Muchos diran que paralelamente a los tropiezos humanos, todavia en la ignorancia y en el dolor,  ocurren movimientos de paz.  Tal propuesta, que pareciera lógica, refleja lo contrario de la verdad.  Diremos que en medio a la implantación de la paz, mediante los diversos movimientos  para la verdad renovadora del Evangelio, que se basa en el mayor mandamiento: "Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo." , con millares de personas que decidieron hacer la diferencia, y tomar las redes por si mismas de la transformación necesaria para que el bien se convierta en realidad, caminando en medio de una caridad renovada, existe todavía, alejándose del firme establecimiento del futuro que comienza ahora en el presente, movimientos paralelos de violencia y dolor, causados por aquelloos que resisten al dulce llamado del Padre celestial, en la busca del hijo pródigo."

Desde el punto de vista de la historia espiritual, no estamos viviendo un momento violento, pero sí el momento de trabajo y renovación.  Nunca, en la etapa de la historia humana, tuvimos el chance de participar activamente de un cambio evolutivo de tales proporciones.

 Nuestro orbe terreno se encuentra actualente en la fase de pruebas  y expiaciones.  Mas hubo un tiempo en que eramos un planeta primitivo.  Sin embargo, cuando la fase en que la vibración del planeta fue propicio para una nueva etapa, esta en que nos encontramos, fuimos automaticamente impelidos a continar la historia humana sin ser activos en esta fase.  Algunos diran que parte de la humanidad terrena es remanente del sistema de Capela, y por lo tanto, en lo que se refiere a aquel sistema solar, participamos elevandodel cambio evolutivo del mismo,  valorizando sobre la óptica de la verdad; aunque muchos de nosotros vivimos la fase de transformación de Capela, no nos encontrávamos entre el número de aquellos que buscaron cambios para la paz y la renovación de sí mismos,  al contrario, como otros lo hacen hoy  en la Tierra, estuvimos entre aquellos que vivieron, , los movientos paralelos, buscando resitir a lo irresistible, criando dificultades que sobre la visión de la obra espiritual, no tenian fuerzas, y optando por el propio exilio.

 Asi es que, siendo cada uno de nosotros un habitante nacido en la Tierra o un exiliado de otro sistema solar, nos encontramos actualmente delante de la oportunidad  de realizar nosotros mismos ante la escuela de la Tierra que nos recibe, la transformación del amor, comenzando por lo más profundo de nuestro ser, decidiendo por la regeneración interior, haciéndonos activos y responsables, adheriéndonos al movimento de la verdad por medio de la evolución.

El dolor, la oscuridad, el odio, el materialismo, el poder terreno, el orgullo, el egoismo, son los movimeintos paralelos, perdidos de la realidad, inmersos en la ilusión y pertenecientes a un pasado de sombras que trabajamos para mudar.  El amor, la esperanza, el bien, la caridad, la bondad, la fé, la oración, la vivencia del Evangelio, son la realidd que se hace presente, y que crea, desde ya el futuro inevitable de la obra de Cristo.

Llegamos, mis hermanos, a un momento esencial.  Y es que podemos participar ,  esta vez, del concierto del amor.  Podemos comenzar a festeajr, desde ya, la luz que se hace presente.  Si en la época en que Cristo estuvo entre nosotros, vivíamos en la sombra de la ilusión y del sueño espiritual, podemos decidir en este momento despertar, y hacer nuestra parte.  Podemos participar actvamente para que la Tierra, que hoy vive  momentos cruciales, transbordando todo lo fiel del materialismo, alcance el nivel de regeneración.  Es por lo tanto que el Cordero de Dios trabaja activamente y dejo más  que su prescencia entre nosotros. Él ilumina la Tierra  y dejó su luz para brillar hasta hoy, a través del Evangelio.

Y si afinamos los oidos espirituales, seremos capaces de sentir las vibraciones de la orquesta renovadora de paz que nos convida:

"...Las grandes voces del Cielo resuenan como trompeta, y los coros de los ángeles se reúnen.  Hombres, nosotros los invitamos al divino concierto.  Que vuestras manos tomen la lira, que nuestras voces se unan, y en un himno sagrado, se estiendan y vibren de un extremo a otro del Universo.

Hombres, amados hermanos , estamos junto a ustedes.  Amaos también unos a los otros, y decid desde el fondo de vuestro corazón, haciendo la voluntad del Padre que está en el Cielo: ¡ Señor, Señor! y podeis entrar en el Reino de los Cielos".    El Espíritu  Verdad *

Nueva invitación se hace, a través de esta obra, para la renovación del Planeta Tierra, en donde todas sus criaturas estaran sobre el manto del amor, de la verdad y de la vida a que se refería Cristo. Y la luz de la paz se extienda en la regeneración, para que el planeta se eleve, para que el hombre se eleve, para que los animales se eleven, para que la naturaleza se eleve, y   para que la armonía se realize.  Que en las siguientes páginas encontremos el soneto de amor y de  esperanza para la implantación de la luz y de la paz, uniéndose al movimiento renovador de Jesús  donde las leyes humanas caminan, definitivamente, en dirección a las Leyes Divinas, por medio del corazón humano.   Equipo espiritual de ASSEAMA.  Sao Paulo, 2011.

* Trecho del prefacio del Evangelio segun el Espiritismo .  Allan Kardec.